Siendo seres imperfectos que buscamos la perfección 
lo mejor,
lo más bueno, 
lo más perfecto,
pero si nosotros no lo somos, ¿por qué lo buscamos?

Lo hecho a mano siempre tiene su lugar de imperfecto;
del hilo que sale 
que un punto quedó más flojo, 
el otro más tenso 
prendas que se van formando… 
puntada a puntada.

Y ahí se esconde la magia de poder tener
una prenda 100% hecha a mano,
que ninguna será igual que la otra 
y que siempre estarán hechas de manera única para quien lo desee.

A diferencia de las máquinas que producen miles de prendas por día
generando desperdicio de telas y sobre-producción 
a raíz de un consumo desmedido;

Desde Maghilando propongo un cambio en la manera de consumir
con más conciencia,
con más calma,
valorando y entendiendo el tiempo de los procesos al producir lo hecho a mano.

Para esas personas va destinada esta marca
para personas que valoren y entiendan 
el valor agregado
que posee cada pieza. 
Única.

Y vos…
¿Tenes alguna prenda que esté hecha 100% a mano?

¡Gracias por leerme!

Con amor, 
Magui.